Es una cuestión de principios. No contamina, sus productos son más sanos y mejora los ingresos de los agricultores.
El olivar ecológico se caracteriza por la no utilización de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas químicos. Esto se refleja no sólo en el respeto al medio ambiente, sino también en la ausencia de estas sustancias en el fruto, único ingrediente de nuestro aceite de oliva virgen extra.
Mediante el aprovechamiento de los recursos naturales, como la calidad de la tierra, la lluvia, las cubiertas vegetales, algunos insectos o animales domésticos, el olivar ecológico consigue rendimientos similares al convencional, pero con una calidad notablemente superior.